Cómo combinar muebles clásicos y modernos
España es uno de los países en los que es más común encontrar casas amuebladas con dos estilos muy alejados entre sí (al menos en el tiempo): el clásico y el modélico. Quizás se deba a nuestra historia centenaria y a que muchas veces dentro de nuestras casas hay objetos antiguos desde hace muchos años de los que no queremos deshacernos. Pero, ¿cómo se combinan un estilo de decoración clásico y uno moderno? ¿Cómo hacer convivir un aparador del siglo XVIII y una mesa de cristal de diseño? En realidad no es tan difícil como parece y sólo hay que seguir unas sencillas pautas para obtener un resultado con mucha clase.
En primer lugar, es importante tener en cuenta la decoración actual y cuánto llena las habitaciones. El secreto, de hecho, es respetar los espacios sin llenarlos en exceso, creando un equilibrio formal, dimensional y estilístico. Los espacios muy llenos, de hecho, no combinan bien con elementos vintage voluminosos que, también por la naturaleza de los materiales, siempre parecen muy imponentes. Esto no significa que no sea posible insertar algún elemento antiguo en el contexto, por ejemplo, puedes pensar en accesorios, por ejemplo una lámpara o una mesa.
Por el contrario, si el estilo de decoración es moderno, es decir esencialmente esencial y minimalista, los elementos antiguos quedan muy bien, porque aportan calidez y personalizan mucho, creando un efecto confortable y acogedor.
El elemento clave es el contraste que, si normalmente puede considerarse una apuesta de mal gusto, puede ser el elemento que infunde creatividad y dinamismo en el hogar. Para acertar en la elección hay que tener en cuenta también los colores, tejidos y complementos predominantes, que en conjunto dan carácter o no a las distintas estancias.
¡Veamos ahora algunos consejos sobre cómo combinar lo clásico y lo moderno en las estancias más importantes de la casa!
Entrada
La entrada suele estar bastante vacía y desnuda, salvo algunos complementos útiles y funcionales, como un perchero, una bandeja de bolsillo o un paragüero. Si el estilo de la casa es moderno, nada impide confiar en el vintage para uno de estos objetos, con el fin de caracterizar la estancia sin llenarla ni apelmazarla excesivamente. Alternativamente, se pueden fabricar preciosos objetos de decoración a partir de piezas antiguas: una silla con sabor a antiguo, quizás de madera y metal con signos visibles de los años, colocada en un rincón como soporte para un jarrón con formas y materiales de tiempos pasados, lleno de flores frescas, crea un efecto llamativo que llama inmediatamente la atención.
El salón
Personalizar el salón es importante. Se crea un espacio original y único en el que pasar tiempo en familia o con amigos es aún más placentero. Esta sala suele ser lo suficientemente grande como para disfrutar de diferentes maneras. En un salón decorado en estilo moderno, puedes pensar en insertar algunos elementos vintage, como un sillón con formas antiguas pero reinterpretado de manera moderna, tal vez con telas de colores vivos o texturas minimalistas. Alternativamente, puedes centrarte en el rincón de lectura/estudio, proporcionándole un escritorio de madera antiguo, a menudo muy funcional para ese propósito, combinado con un elemento más moderno, como una silla de plexiglás.
Si en la estancia predomina un estilo más clásico, se crean contrastes con sofás o sillones de cuero de líneas esenciales y estructuras de acero, elemento que recuerda inmediatamente al estilo moderno, o con una bonita mesa de cristal de líneas muy cuadradas. Además, también es una excelente solución recurrir a la iluminación para aportar minimalismo a un salón clásico: lámparas y lámparas de araña de diseño contemporáneo combinan muy bien con muebles antiguos.
Cocina
Si tienes una habitación suficientemente grande y amueblada con un estilo minimalista, un aparador grande de madera maciza puede ser una elección arriesgada, pero el resultado espectacular está garantizado. En el caso de los muebles más clásicos, los elementos modernos para la cocina son sin duda la mesa y las sillas, junto con los distintos electrodomésticos que se pueden elegir teniendo en cuenta materiales y líneas futuristas.
Si vives en una casa reformada, también puedes aprovechar los propios elementos de la estructura para darle un ambiente habitado. Es el caso, por ejemplo, de vigas vistas, columnas portantes o de un suelo tosco y sin trabajar. ¡Tenga siempre en cuenta que un mueble no tiene por qué ser necesariamente antiguo para proporcionar un efecto antiguo! Parece una contradicción, pero en realidad, gracias a las tecnologías actuales, cada vez se crean muebles más innovadores que, sin embargo, parecen salidos de una tienda de antigüedades.
Otro elemento vintage perfecto para embellecer una cocina son las botellas de vidrio de antaño, con formas particulares y mil colores, capaces de generar un efecto muy particular.
Dormitorio
En un dormitorio de sabor moderno y minimalista, las cómodas de madera son perfectas para traer el encanto del pasado. Además, estos pequeños objetos solían estar construidos con muchos cajones, puertas y espacios, perfectos para mantener organizada la ropa interior y los efectos personales. A los pies de la cama, sin embargo, podemos considerar un baúl antiguo, un objeto imponente, generalmente realizado con materiales muy sólidos, pero capaz al mismo tiempo de ennoblecer un ambiente con su simple presencia.
En un dormitorio de estilo clásico, además de diversos elementos modernos ya mencionados anteriormente como un escritorio de cristal o una lámpara de araña de diseño, los tejidos también crean un excelente contraste. Las cortinas con paneles, elegantes y con clase, en colores delicados y suaves, crean un ambiente contemporáneo incluso en un ambiente con sabor antiguo.
Por último, válida para toda la casa, existe una solución verdaderamente vintage, que al mismo tiempo puede parecer sumamente moderna: el papel pintado. Hoy en día los hay de todo tipo de materiales y estampados, incluso con diseños vintage con un aire revisitado. Además, no es en absoluto obligatorio tener que empapelar toda una habitación con papel pintado, puedes revestir solo una pared o incluso parte de una pared, para resaltar los muebles o para aportar mayor estilo y carácter a la decoración general.